• Es un paquete de ayudas sociales gestionado por la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER) y destinado a afectados, familias y asociaciones
  • El presupuesto de estos “Fondos FEDER de EmERgencia frente a COVID-19” servirá para costear materiales, tecnología adaptada y asistencia terapéutica, como logopedia y fisioterapia

CESCE ha contribuido a la puesta en marcha de los “Fondos FEDER de EmERgencia frente a COVID-19”, un paquete de ayudas de emergencia gestionado por FEDER (Federación Española de Enfermedades Raras) y cuyo objetivo es reducir el impacto de la pandemia de COVID19 en las familias y asociaciones de afectados por enfermedades raras.

Los Fondos se nutren de aportaciones económicas de varias empresas, entre ellas, CESCE, que ha realizado una donación, en el marco de su política de RSC.

Los Fondos permitirán continuar las rutinas terapéuticas y educativas de afectados y familias, y ayudarán a las asociaciones a reanudar sus servicios de atención directa, interrumpidos por el confinamiento.

Unas 30 organizaciones podrán acogerse a este fondo de ayudas cuyo presupuesto se destinará a proporcionar material, tecnología y asistencia terapéutica a los afectados.

Esto permitirá a los afectados, por ejemplo, disponer de camillas de fisioterapia, servicios de logopedia, dispositivos de cálculo y orientación espacial para la estimulación cognitiva y sensorial, materiales de psicomotricidad (aros, balones medicinales), alfombrillas desinfectantes para las sillas de ruedas, termómetros infrarrojos, mamparas, EPIs, paneles de seguridad, transporte de personal de asistencia y herramientas tecnológicas para ofrecer terapias online (webcams, plataformas).

La pandemia ha paralizado la atención social y sanitaria a personas con enfermedades raras en el 94% de los casos, ha cancelado las pruebas diagnósticas del 33% de los afectados, ha anulado las consultas con especialistas en el 32% de los casos y ha suspendido el 31% de las intervenciones quirúrgicas previstas para este colectivo.

Además, el 70% de las familias han visto interrumpidas las terapias rehabilitadoras que, en la mayoría de los casos, suponen el único tratamiento posible para la enfermedad.

Fuente: “Sala de prensa” de CESCE