Minimizar los riesgos personales y patrimoniales en caso de robo era, hasta ahora, la principal preocupación de los propietarios de establecimientos comerciales. Sin embargo, la entrada en juego de nuevos elementos como las estafas cibernéticas, la pandemia del coronavirus y los disturbios callejeros han generado nuevos y complicados retos para la seguridad.

¿Cuáles son las mayores preocupaciones para los propietarios de establecimientos comerciales? Antonio Pérez Turró, Presidente de la Asociación Española de Empresas de Seguridad (AES) advierte que “si esta pregunta se hubiera hecho hace un año, solo hablaríamos de buscar soluciones y medios técnicos para minimizar los riesgos contra el patrimonio y contra las personas ante robos y atracos”. Pero hoy en día, además de esas amenazas, destacan también otras como las cibernéticas, “que son cada vez más habituales”, las de la pandemia y las representadas por los actos antisociales, de los que “son víctimas colaterales los comercios de nuestras ciudades”.

Según Pérez Turró, este panorama tan complejo llevará, en un futuro próximo, a replantearse cómo proteger integralmente los establecimientos, combinando las diferentes soluciones de seguridad para hacerlas efectivas, “sin duplicar esfuerzos y malbaratar recursos, que siempre son limitados y más en esta época difícil”.

A su juicio, el proceso debe comenzar con “una seguridad física (puertas, compartimentación del local, almacenamientos de seguridad/caja fuerte) bien estudiada, diseñada, fabricada e instalada”. Y complementarse con la necesaria seguridad electrónica, “que ahora debería incluir el control de acceso y aforo”. Todo ello con “productos y soluciones debidamente ensayadas y clasificadas, según las normas técnicas vigentes y los estándares europeos que acreditan el nivel de solvencia de los elementos instalados”.

Pero, además, la protección de los establecimientos deberá tener también en cuenta la seguridad en los pagos y el trasiego de efectivo. Según Pérez Turró, éstos vendrán garantizados por “la adopción masiva de sistemas de depósito inteligentes y debidamente ensayados y certificados, según las normas UNE EN”. En este sentido, “la seguridad en transacciones electrónicas será cada vez más importante y la ciberseguridad debe acelerar su implantación”.

Nuevas tendencias

Anna Aisa Biarnés, Gerente de la Asociación Catalana de Empresas de Seguridad (ACAES), afirma que la seguridad está evolucionando hacia una visión integral y resiliente, en la que la versatilidad juega un papel fundamental. “La crisis sanitaria ha comportado una inversión en sistemas y dispositivos para hacer frente a los nuevos riesgos y amenazas, y garantizar la seguridad del personal propio y de los clientes”. Unos sistemas que permiten llevar a cabo actuaciones como “toma de temperatura, control de aforo, gestión de colas, control de distancia de seguridad, desinfección y renovación de aire, entre otros”. En paralelo, la pandemia ha comportado también un cambio en algunas rutinas, como el aumento de las compras on line, “con los riesgos que ello comporta”.

Esta experta también se refiere al hecho de que “los establecimientos ubicados en zonas céntricas de las principales ciudades de España han tenido que hacer frente a las consecuencias de los disturbios, convirtiéndose éstos en uno más de los retos a afrontar por parte de los responsables de seguridad”.

Cambios en las experiencias

Luis Asunción Pérez, Director de Transformación y Desarrollo de Clientes de Prosegur Security, explica que la manera de comprar o vivir una experiencia en una tienda ha cambiado mucho en el último año. “En el nuevo contexto, hemos desarrollado una serie de soluciones con un componente tecnológico muy alto que permiten a las empresas adaptar sus entornos comerciales a las nuevas exigencias. Hoy, somos capaces de controlar el uso de la mascarilla y su correcta colocación, realizar las mediciones de temperatura o garantizar los controles de aforo máximo apoyados desde nuestro SOC (Security Operation Center) en combinación con nuestros equipos especializados presentes en las tiendas”.

Además, Asunción indica que “en estos meses, hemos avanzado con la implantación de procesos de aprendizaje (Deep Learnig) que nos permiten, por ejemplo, identificar las áreas de una tienda con mayor tránsito de clientes y realizar mapas de calor. O tener constancia de las horas de mayor afluencia en la tienda y así adaptar el personal que debe estar en ella”. Por último, destaca el crecimiento en la implantación de cámaras. “De esta forma, tenemos un mayor control del espacio a proteger, apoyado siempre con nuestros vigilantes en el SOC y en contacto permanente con los vigilantes de las tiendas”.

Fuente: SICUR