Rocío Lamet Gil-Olarte, directora general del Grupo COMISMAR

El pasado 8 de marzo conmemoramos el día Internacional de la Mujer, antes el día de la Mujer trabajadora, en definitiva, el día de la Mujer. Mujer, que cada día más, quien sabe si debido a los valores de igualdad de la sociedad española o más bien como consecuencia de la propia evolución de la economía, se está incorporando de forma mucho más generalizada al mercado laboral, aunque su acceso a puestos directivos, a día de hoy, siga siendo meramente representativo.

Según datos del Instituto de la Mujer, del total de directivos de las empresas que componen el IBEX-35 sólo el 5,41% son mujeres, porcentaje aún menor si se asciende a otros puestos de responsabilidad (vicepresidencias, consejeros, etc.), no superándose en ningún caso el 3%.

En el sector asegurador la tendencia es algo más positiva. A lo largo de los últimos años el empleo femenino se ha multiplicado por 4 (Informe Estamos Seguros 2019 de UNESPA) y actualmente uno de cada siete directivos es mujer. Podemos afirmar que nuestro sector es uno de los que más están aportando por la igualdad en España, en gran parte gracias a iniciativas como las promovidas por la RedEWI.

La lupa de igualad sobre el ámbito pericial

Sin embargo, si ponemos la lupa en el ámbito pericial, y más en concreto en el de los Comisarios de Averías, los datos no son tan alentadores. Desde mi posición como directora general de COMISMAR y miembro de la Comisión Ejecutiva de APCAS, aprecio que la desigualdad entre hombres y mujeres es todavía muy patente.

Del total de asociados de APCAS, a día de hoy, sólo un 7,6% son mujeres, y de aquéllos que figuran inscritos en la Asociación como Comisarios de Averías, lo son sólo un 5%. La cualificación técnica exigida en nuestra profesión está dejando de ser una barrera, cada vez hay más mujeres con formación en disciplinas STEM que además desean ejercerlas. No obstante, debemos seguir trabajando en medidas que favorezcan la conciliación y ayuden a engranar adecuadamente la disponibilidad casi inmediata que debe tener un perito y comisario de averías a la hora de atender el siniestro con la atención de la vida personal.

Aún nos queda mucho camino por recorrer, pero creo que hemos avanzando en algo: la sociedad y la empresa son cada vez más conscientes de que contar con mujeres en posiciones de responsabilidad no es solo una mera cuestión de cumplimiento de cuotas, sino que es una necesidad por el valor diferencial que éstas aportan. Nos ha costado un poco darnos cuenta de que multitud de facetas de la idiosincrasia de la mujer tienen una aplicación muy valiosa en el ámbito empresarial y de la gestión de equipos y que gracias a las diferencias que existen entre hombres y mujeres, podemos aportarnos y complementarnos mutuamente, estando ampliamente demostrado que la diversidad en los equipos mejora su rendimiento.

Capacidad de liderazgo

Una de las cualidades imprescindibles que debe tener un buen directivo es la capacidad de liderazgo. ¿No son las mujeres, en su papel de madres, ejemplo de líderes dentro del ámbito familiar? Que me perdonen los padres, piezas fundamentales e imprescindibles en el engranaje de la familia, pero permitidme hoy destacar el papel materno en esta semana de la mujer. Las madres han desarrollado unas cualidades difícilmente sustituibles.

La coordinación constante de la logística de la intendencia familiar, la compleja optimización de agendas y horarios, el trabajo en equipo y la supervisión y apoyo en la tarea escolar, la atención sanitaria y la adecuada gestión de los desplazamientos, a veces tan complejos que obligarían casi a poseer el don de la ubicuidad, la delicada gestión de los recursos humanos teniendo en cuenta las necesidades y emociones particulares de cada miembro de la unidad familiar y un largo etcétera… Todo ello, sin demandar protagonismo y sin que nadie se dé cuenta; parece que por arte de magia las cosas están en su sitio, la nevera siempre está llena o las maletas aparecen hechas…

Sin duda alguna, al menos en mi caso, mi madre ha sido escuela para mí. Estoy segura de que muchas mujeres estarán de acuerdo conmigo, por eso, desde aquí, en esta semana de la mujer quiero rendir homenaje a las madres y muy especialmente a las que hoy ostentan puestos de responsabilidad. Para mí son ejemplo de capacidad de trabajo, de poner corazón a la hora de tomar decisiones y además tomarlas de forma creativa e imaginativa, de escuchar con empatía y de ser muy intuitivas, con una enorme resiliencia y sin miedo a mostrar sensibilidad.

«En esta semana de la mujer quiero rendir homenaje a las madres y muy especialmente a las que hoy ostentan puestos de responsabilidad»

Y no pretendo decir que los hombres no tengan ninguna de estas habilidades y las mujeres las tengan todas, pero sí estoy convencida de que esos atributos y habilidades son más frecuentes y espontáneos en una mujer que en un hombre y que como decía antes, es en la diversidad y en la presencia de ambos géneros en puestos de responsabilidad, donde en mi opinión radica la mayor y mejor eficacia en la gestión.

En definitiva, ELLAS, las mujeres, por su talento, por sus méritos, por sus ganas de trabajar y por su buen hacer se están convirtiendo en líderes y referentes a las que además resulta fácil seguir. Dejémoslas demostrarlo.

Fuente: INESE