TÜV Rheinland ofrece consejos para pasar la inspección técnica de la moto antes del verano. Entre los fallos más comunes se encuentran el alumbrado, los neumáticos, las emisiones o los frenos.

Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), aproximadamente 2 millones de motos en España (60%) tienen la ITV caducada, ya sea por el coste de la inspección, la falta de recursos para reparar las deficiencias o el desconocimiento de los propietarios de saber cuándo y cómo deben hacerlo.

Si a esto le sumamos la vuelta del buen tiempo, muchos de los motoristas volverán a sacar sus motos del garaje un verano más para realizar largos viajes y rutas. Por ello, desde TÜV Rheinland, que cuenta con 39 estaciones de ITV en toda España, buscan promover la cultura de la seguridad y el mantenimiento recordando a estos conductores que, para garantizar el buen estado de dichos vehículos y reducir el riesgo de sufrir u ocasionar un accidente, es importante hacerles un mantenimiento periódico y pasar la ITV.

La primera inspección técnica en motocicletas debe realizarse a los tres años de su primera matriculación. Tras este periodo, tendrá que pasarse de forma periódica cada dos años. Este es el caso de la mayoría de las matriculadas en España, cuyo parque de motocicletas es el más antiguo de Europa con 16,8 años de edad media.

Cuando acudan a la ITV, los motoristas deben presentar el permiso de circulación, la tarjeta de Inspección Técnica del Vehículo y el recibo del seguro en vigor. A continuación, en la estación revisarán:

  • El número de bastidor y de la matrícula, que deben coincidir con los de la ficha técnica del vehículo y sean legibles.
  • El buen estado de los neumáticos. Para ello, hay que asegurarse de que tienen dibujo. Si éste llega al testigo o apenas ve dibujo, es hora de cambiar los neumáticos.
  • El correcto funcionamiento del sistema de alumbrado.
  • Los retrovisores, el manillar y el tubo de escape, entre otros elementos, para que funcionen correctamente, estén homologados y sean los que figuran en la tarjeta de la moto.
  • Diferentes detalles como el sistema de dirección, el carenado, las suspensiones, los frenos y su eficacia, posibles fugas de aceite o gasolina y el estado la transmisión.
  • También realizarán las pruebas de emisiones y test de ruidos.

Desde TÜV recuerdan que, al finalizar la inspección, si el resultado es favorable con fallos leves, el motorista tendrá que subsanarlos lo antes posible, pero no será necesario volver a pasar la inspección. En el caso de que presente defectos graves, el resultado será desfavorable y el vehículo sólo podrá circular para ir al taller y a la ITV hasta que estén reparados.

Según los datos ofrecidos por el Real Automóvil Club de España (RACE), una de cada cinco motos no supera la ITV en la primera inspección. De mayor a menor, entre los defectos graves más comunes se encuentran alumbrado y la señalización (25,85%), ejes, ruedas, neumáticos y suspensión (19,3%), emisiones contaminantes (16,95%) y frenos (13,5%).

La multa por circular con una moto cuya ITV está caducada es de 200 euros (100 euros con pronto pago). Ahora bien, si se circula con un vehículo que ha pasado la ITV como negativa, la sanción asciende a 500 euros, sin posibilidad de rebaja por pronto pago.

Fuente: Posventa