Un 74% de los españoles asegura haberse adaptado bastante bien o muy bien a vivir confinado, aunque esta percepción varía de forma considerable en función de la edad, los habitantes de una casa y sus metros cuadrados. Además, un 10% ha adaptado su vivienda para cubrir las nuevas necesidades, como el teletrabajo, el estudio o la práctica de deporte y solo un 23% de los hogares con personas mayores ha cambiado sus hábitos de ventilación23% (frente al 62% de los hogares de 18 a 35 años), lo que podría ocasionar graves perjuicios a su salud si se superan ciertos niveles de concentración de C02.

Así lo revela el estudio ‘La salud de tu hogar en tiempos de confinamiento’, realizado por el Grupo Mutua de Propietarios y el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) para conocer, ahora que gran parte de España se adentra en la Fase I de desescalada, cómo ha sido la relación con el hogar y cómo han variado los hábitos durante el confinamiento. El estudio también revela algunos errores cometidos que pueden influir de forma negativa en la salud, especialmente en los hogares con personas de más de 70 años.
En relación con el grado de adaptación al estado de confinamiento, el informe destaca que, en general, las personas mayores (76%), las viviendas con mayor número de personas (81% si viven más de 6) y los que viven en casas unifamiliares o con más metros cuadrados (95% si es superior a 150 m2), son las que en mayor proporción se han adaptado mejor a vivir en esta situación.

Adaptación de la vivienda

Para adaptarse al estado de confinamiento, un 10% de los españoles ha realizado modificaciones o adaptaciones en sus viviendas para poder cubrir las nuevas necesidades. Los dormitorios (50%) y los comedores (45%) son los espacios más polivalentes para acoger nuevas funciones, entre las que destaca el teletrabajo (65%), seguido de los estudios (36%) y la práctica de deporte (31%).

Entre los perfiles que han tenido que realizar modificaciones o adaptaciones de espacios en mayor proporción destacan las personas más jóvenes (23% vs 0% en el caso de los mayores de 70 años), los hogares con más de 6 personas (26% vs 5% si solo reside una persona) y las viviendas de menos de 30 m2 (37% vs 13% de las de más de 150 m2). Los hogares con alguna persona con problemas respiratorios también han sufrido modificaciones en un mayor porcentaje, en este caso por motivos más relacionados a la prevención del Covid-19 (22% vs 7% si no hay personas con problemas respiratorios).

Ineficiencia energética y modificación de hábitos

Aunque el informe recoge un alto grado de adaptación, no todas las viviendas gozan de una adecuada salubridad. Además, se resalta como positivo que la pandemia haya coincidido con la estación primaveral al ser una de las más benignas del año, pero de los 26 millones de viviendas construidas en España, más de 8 millones son ineficientes energéticamente, por lo que, si vuelve a suceder en invierno o en pleno verano la percepción sería muy diferente, ya que nuestro parque edificado no está preparado para ser habitado en condiciones extremas.

En cuanto a modificación de hábitos, los españoles reconocen haber intensificado algunas costumbres durante este periodo, entre los que destacan los relacionados con la prevención del Covid-19: lavarse las manos (un 88% asegura hacerlo con más frecuencia); limpiar más (55%); ventilar las habitaciones (45%); los hábitos saludables como hacer ejercicio en casa (un 49% hace más ejercicio) y aquellos como consecuencia del confinamiento, como pasar más tiempo en la cocina (48%).

Fuente: “Noticias” de la web de INESE