Sergio Álvarez (DGSFP) señala que la sostenibilidad “es una gran oportunidad” para el Seguro

MAPFRE Economics sigue esperando que el sector asegurador español termine el año en positivo con incrementos en el volumen de primas. Para diciembre de 2022, estima un crecimiento nominal de las primas de Vida cercano al 2%. Para el largo plazo, espera que este crecimiento se ubique en un rango de entre el 1,9% y el 3,3%.  En el caso de No Vida, la previsión de aumento para 2022 se situaría en el entorno del 2,3%, en tanto que la estimación de largo plazo se hallaría en el rango del 1,8% y al 2,8%.

Estas estimaciones las confirmó ayer el centro de estudios de la aseguradora en la presentación de su informe‘El mercado español de seguros en 2021’. El sector asegurador español volvió a sufrir una ligera pérdida de peso en relación al tamaño de la economía, medida en términos de PIB, retomando la tendencia iniciada en 2016, tras un 2020 en el que retroceso del negocio asegurador fue menor que el de la economía.

Con ello, los índices de penetración, densidad y profundización siguen ubicándose por debajo del promedio de las 15 principales economías de la Unión Europea”, advierten los expertos del centro.

El “insuficiente” desarrollo de Vida eleva la brecha de aseguramiento

Aunque la ponderación del seguro de Vida sobre el total de ingresos del sector (índice de profundización) ha aumentado en algo en 2021, el informe incide en el “insuficiente nivel de desarrollo” del segmento de Vida, lo que a su vez se traduce en el nivel de la Brecha de Protección del Seguro (BPS) del mercado español: en 2021 se habría situado en 36.700 millones de euros, 4.900 millones por encima de la medición de 2020. Es decir, el potencial del mercado español estaría en 98.500 millones, para lo que el seguro de Vida debería más que duplicarse respecto a los niveles actuales.

El proceso “educativo” de la sostenibilidad

En la presentación del informe participó el director general de Seguros y Fondos de Pensiones, Sergio Álvarez, que animó al sector a involucrarse en el necesario proceso “educativo” que la sostenibilidad conlleva para entidades, para el público y para los supervisores, “pero que debe asumirse como un elemento fundamental de actividad aseguradora”.

“Para un sector que ha tenido problemas de comunicación, el asunto de la sostenibilidad puede ser un revulsivo importante para trasladar a la sociedad que tiene un papel realmente activo en cuestiones que afecta a los ciudadanos. Es una gran oportunidad para el seguro” indicó.

Fuente: INESE