La recesión de este año será la más profunda desde la Gran Depresión de la década de 1930. Sin embargo, también será la más efímera. La primea consecuencia de la recesión es una “caída en picado” de la demanda de seguro. De hecho, después de un crecimiento del 2,2% del seguro mundial el pasado año, está previsto que las primas globales disminuyan un 6% en 2020, según el último informe Sigma de Swiss Re Institute.

Debido a las bajas tasas de interés vigentes, los productos de ahorro se verán más afectados, mientras que las coberturas relacionadas con mortalidad permanecerán más estables. No Vida mantendrá prácticamente invariables (-0,1%) sus ingresos mundiales, tras haber crecido un 3,5% en 2019.

La reaseguradora explica esta tendencia por el hecho de que esta crisis ha llegado en un momento de endurecimiento de las tarifas. En todo caso, los seguros relacionados con viajes y comercio, como marítimo, aviación y crédito, serán las más afectadas. El ramo médico, así como el de daños tendrán mayor estabilidad.

“El sector de seguro está mostrando resiliencia frente al revés económico provocado por el Covid-19”, declara Jerome Jean Haegeli, jefe economista del grupo reasegurador. “Está previsto que las primas de seguro, a diferencia de la economía mundial, experimenten una fuerte recuperación en V.  Es una extraordinaria perspectiva considerando que el mundo está actualmente sumido en la recesión más profunda experimentada en los últimos años”, indica.

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El seguro absorberá el impacto sobre los beneficios

Aunque existe incertidumbres sobre el coste final de la siniestralidad  derivada de la pandemia, parece que el sector está muy bien capitalizado para absorber estas pérdidas.

“La posición de capital del sector indica que debería ser capaz de gestionar el impacto del Covid-19. El límite superior del rango de las estimaciones de siniestros totales de daños y accidentes de la mayoría de análisis de seguro externos es de 100 000 millones de dólares. Es una escala similar a las pérdidas causadas por los huracanes Harvey, Irma y María en 2017, que la industria también absorbió», declara Haegeli.

“La experiencia del Covid-19 pone de relieve la importancia de la provisión de seguro para pandemias. Es una lección para las aseguradoras y los legisladores, quienes en aras de una estabilidad económica y social a largo plazo deberían procurar el desarrollo de más soluciones de asociación público-privada para los riesgos de pandemia”.

El desafío sobre la rentabilidad

En todo caso, parece que los rendimientos de la inversión seguirán siendo contenidos mientras se mantengan las bajas tasas de interés, lo que afectará al sector de Vida y a los ramos de cola larga de No Vida. Además, el aumento de los impagos corporativos podría ocasionar pérdidas en activos invertidos.

En Vida, los pagos de siniestros relacionados con el Covid-19  probablemente tendrán un impacto limitado. No obsante, la caída de las ventas y los ingresos por comisiones debido a la restricción de las interacciones en persona como consecuencia de las medidas de confinamiento impuestas para contener la propagación del coronavirus, pesarán este año sobre los beneficios.

Parece, por otro lado, que el mercado duro en No Vida es probable que continúe. Será por las pérdidas potencialmente altas y la contracción de la provisión de seguro, particularmente en ramos comerciales. Esto, y la esperada recuperación de la demanda de seguro, respaldarán los beneficios a largo plazo.

La experiencia de la crisis económica y sanitaria de este año aumentará la conciencia de riesgo y la demanda de protección de riesgo en muchos ramos de negocio. El azote del Covid-19 probablemente también acelerará otros cambios de paradigma. Es el caso de una reestructuración de las cadenas de suministro mundiales para mitigar los riesgos de interrupción de negocio futuros, Dará lugar a nuevos grupos de primas en seguro de Daños, Ingeniería y Caución.

Fuente: “Noticias” de INESE a 9 de julio de 2020