Continúa la investigación del fuego que arrasó una nave con 45 vehículos dentro mientras los afectados se sumergen en un complejo proceso para recuperar sus bienes

Entre los chasis carbonizados en el interior de la nave de Talleres Vasi, en el polígono de la Amargacena, dos peritos recababan ayer los detalles de un incendio que deformó la estructura del espacio hasta anudar las chapas de la cubierta. Al mismo tiempo, agentes de la Policía Científica trataban de concluir el origen del fuego y dos de los propietarios de vehículos afectados se ponían en manos de la asociación de consumidores Facua Córdoba para informarse de los pasos a dar en una situación así, en la que todo es incertidumbre. Tras las cenizas de una empresa -con cuyo propietario trató de ponerse en contacto este periódico sin éxito- hay, además, 45 historias. Ese era el número de vehículos dentro.

Los expertos consultados explican que en un suceso de estas características el camino hacia la reparación empieza por un papel que hubiera sido insignificante si las llamas no hubieran borrado el rastro de los vehículos. El presidente provincial de Facua, Francisco Martínez, explica que el registro del depósito es el único comprobante de que los vehículos fueron entregados, de sus condiciones y de cualquier objeto en su interior. Martínez Claus recomienda a los afectados poner en conocimiento de la autoridades los hechos con el único fin de presentar ese justificante a las aseguradoras.

¿Cobertura?

La inquietud que pueda generar la pregunta del tipo de cobertura de un seguro, según Martínez Claus, se disipa porque, en estos casos, el daño sería repuesto por una de las dos aseguradoras, la del taller o la del vehículo, si al final se trata de un accidente fortuito. Sin embargo, y según señala, suelen ser habituales dos circunstancias. Según el presidente provincial de Facua, si el contrato con la compañía aseguradora del vehículo cubre el siniestro, sería esta la que reponga el bien. Lo demás quedará entre aseguradoras. Sin embargo, si la cobertura no alcanza este suceso, las compañías de ambas partes establecerían contacto para llegar a un acuerdo.

El presidente provincial de Facua señala que de las cenizas los propietarios de los coches sacarían “el precio venal”, que supone el valor del vehículo en el mercado justo en el momento del incidente. Para ello, el presidente provincial de la Asociación de Peritos de Seguros y Comisarios de Averías (Apcas), Aquilino Muñoz, cree «muy necesario» contar con un profesional que lo determine. O, como se conoce en el mundo del peritaje, el justiprecio. En el precio justo para un vehículo pueden incluirse, según Muñoz, las mejoras efectuadas, siempre que puedan demostrarse. Para ello, vale con una factura o una fotografía. La devaluación del tiempo, puntualiza, entraría en contraste con la revalorización de las mejoras llevadas a cabo.

Un factor determinante 

En todo el trámite legal y en las futuras consecuencias del suceso hay, todavía, una incógnita determinante. El origen de las llamas, según estos expertos, resulta fundamental, ya que puede cambiar todo el proceso. Y en esa investigación trabaja la Policía Científica desde la extinción del fuego el pasado martes. Si alguien hubiera provocado el incendio, añaden, las responsabilidades civiles quedarían desplazadas por la vía penal. Mientras tanto, continúan las labores para tratar de arrojar luz sobre las causas y las circunstancias del incendio. De momento, como dice el presidente de Facua, se requiere «paciencia».

Fuente: Diario de Córdoba