En las últimas semanas en el mercado pericial hablamos mucho de vídeo peritación.

La situación que se ha generado en nuestro país ha traído muchas novedades, entre ellas, desgracias familiares que se cuentan por decenas de miles, confinamiento de la población en los domicilios, pérdidas económicas brutales y un aumento exponencial del teletrabajo, algo que los españoles, por nuestra peculiar manera de ser, entendíamos como algo muy lejano.

Los peritos de seguros, como el resto de los españoles, nos hemos visto inmersos en esta marea, sufriendo dolorosas pérdidas, incertidumbres respecto al futuro de nuestro negocio e implantando de forma rápida en nuestra “caja de herramientas” la vídeo peritación.

APCAS, como asociación profesional, y con la ayuda inestimable de Bdeo, ha hecho un importante esfuerzo por facilitar esta tecnología a sus asociados, consiguiendo en menos de un mes el acceso gratuito a la plataforma de gestión pericial XT50 a 200 de ellos, les ha dado formación para su uso y les ha permitido acceder al servicio de vídeo peritación de calidad a través de la herramienta de Bdeo, que nos facilita el servicio de forma gratuita mientras permanezca el estado de alarma. Desde aquí quiero mostrarles nuestra gratitud por su ayuda. 

Y, entre tanto ruido, también han surgido informaciones confusas al respecto de la vídeo peritación, que desde APCAS, debemos aclarar. Y es que algunas empresas tecnológicas de nuestro sector están divulgando información que, entre la lógica y legítima promoción de sus productos, hacen afirmaciones que se atienen poco o nada a la realidad de la Pericia de Seguros en España.

Afirmaciones del orden de “la mayor parte de los siniestros en el hogar son susceptibles de teleperitarse” revelan un cierto desconocimiento sobre lo que es una Peritación, o al menos sobre lo que debería considerarse una Peritación, y suponen un menosprecio de la labor pericial.

La Peritación a través de vídeo es un trabajo complejo, destinado solo a peritos con suficiente experiencia en la peritación presencial, que suplen la falta del contexto físico que supone vídeo peritar, con un buen conocimiento de base y años de verificaciones en el mundo real.

Pero quizá lo que más nos preocupa es la banalización que, a través de la implantación de la vídeo peritación, se hace de nuevo de la labor pericial. Se extiende preocupantemente la idea de que una pericial por vídeo es más barata que una pericial presencial, cuando lo cierto es, eliminados lógicamente los costes de desplazamiento, una peritación por vídeo requiere de los mismos conocimientos y del mismo tiempo de trabajo para el profesional, que una peritación presencial.

Un asociado de APCAS me hizo en una ocasión un silogismo que viene a explicar muy bien a qué nos referimos: si un trabajador de una aseguradora cobra lo mismo trabajando desde casa que en su oficina, porque el resultado de su trabajo es el mismo, parece lógico que un Perito de Seguros cobre lo mismo peritando en presencial, que haciéndolo a través de un medio telemático desde su oficina.

Ciertamente, la vídeo peritación se ha revelado como una excelente solución para atender correctamente a los clientes del seguro en estos tiempos de confinamiento y, desde luego, ha venido para quedarse. En este sentido APCAS está a la vanguardia porque mucho antes de que los hechos lo impusiesen, nosotros lo veíamos claro. 

Pero también advertimos sobre el peligro de pensar que la vídeo peritación sirve para cualquier encargo, para cualquier servicio o para cualquier profesional. Insistimos, la vídeo peritación es un trabajo para peritos experimentados, es un trabajo complejo y no debe ser desdeñado con argumentaciones de trazo grueso porque, de otro modo, corremos el riesgo de hacer, de un sistema valioso, un método que no satisfará, en modo alguno, la demanda de calidad de nuestro cliente.

Fernando Muñoz Echeverría – Presidente de APCAS