Con el objetivo de explorar la capacidad de predicción del impacto del cambio climático en los riesgos físicos de las carteras aseguradas, Mapfre se ha asociado con Lobelia Earth, empresa especializada en el análisis de riesgos climáticos. El proyecto lo han impulsado la startup tecnológica, Mapfre re y Mapfre Open Innovation.

La aseguradora argumenta que «el aumento tanto en la intensidad como en la frecuencia de eventos climáticos extremos, los peligros asociados a la emergencia climática son una prioridad para la industria aseguradora, que debe responder ante la demanda creciente de productos adaptados para este nuevo paradigma».

Por eso, la compañía ha estado colaborando con Lobelia Earth en un proyecto piloto para estimar los riesgos climáticos que afectan a sus activos. En dicho plan piloto, a través de la plataforma Lobelia.Climate, se «han evaluado y cuantificado automáticamente catorce indicadores extremos del clima comúnmente utilizados, en siete peligros climáticos como inundación, viento extremo, temperatura extrema, lluvia extrema, incendios forestales o sequía». Se ha hecho para una muestra representativa de la cartera compuesta por 5.000 activos distribuidos globalmente.

La aseguradora destaca que, «a diferencia de los modelos climáticos globales disponibles, la metodología de Lobelia calcula eventos extremos a escala local, optimizando la precisión de las predicciones mediante observaciones y acotando la incertidumbre mediante el uso de múltiples modelos físicos”.

Juan Satrústegui, director del área de Riesgos de la Naturaleza de Mapfre Re, subraya que llevan tiempo “buscando nuevas fórmulas para analizar y testar modelos predictivos que nos ayuden a anticiparnos al impacto del cambio climático y a evaluar sus riesgos. La solución de Lobelia. Climate nos permite estimar diferentes variables climáticas ante varios escenarios y horizontes temporales, evaluando su posible impacto en nuestras carteras. Esta capacidad constituye un habilitador para tomar mejores decisiones de suscripción y gestión del riesgo climático

Fuente: INESE