Las noticias sobre mediadores estafadores o defraudadores son pocas pero cuando aparecen suelen ser llamativas. Son algunos casos de detenciones o juicios de personas que se hacen pasar por falsos agentes de seguros y cometen importantes estafas o incluso algunas -las menos- de verdaderos mediadores que, abusando de posición, estafan a clientes o compañías. En su práctica mayoría la mediación está limpia. En declaraciones a esta redacción AXA profundiza en estas cuestiones y confirma que son casos muy aislados.

Aunque sean pocos casos y además aislados generan algo de impacto. “Es obvio que produce un impacto reputacional, frente a la compañía y también frente a los agentes profesionales. Por desgracia aún es difícil que la sociedad en su conjunto sepa discernir entre una actuación individual y aislada o totalmente ajena a la actividad de las aseguradoras y estas actividades ilícitas”. Lo afirma a esta redacción Javier Caballero, director Canal Redes Exclusivas de AXA, quien admite que aunque son casos muy aislados sí han tenido alguno de personas físicas que ‘simulan’ una actividad de agente.

“En el mismo momento que se han obtenido evidencias, se ha procedido a poner los hechos en conocimiento de la autoridad judicial y se ha informado a aquellos perjudicados (que conocíamos) de la actuación de la compañía”, ataja. Lo que sí han detectado últimamente es un aumento de casos de estafas por Internet, utilizando o no el nombre o la marca de aseguradoras. Precisa que el contacto suele producirse a través de portales de anuncios, “se ofrecen coberturas temporales (centrado casi exclusivamente en seguros de Automóviles). Se exige un pago a través de una tarjeta innominada (habitualmente utilizando el servicio de Correos). Y finalmente, en el mejor de los casos reciben a través de WhatsApp certificados falsificados de aseguramiento en formato PDF”. Indica que los certificados suelen ser muy “burdos” en su confección “pero aun así los “estafados” no suelen descubrir el engaño (o así lo manifiestan) hasta que no suelen ser denunciados por las autoridades de Tráfico por falta de aseguramiento”.

Javier Caballero aclara que la reacción frente a estas estafas es mucho más complicada. En primer lugar por las poquísimas denuncias por parte de los estafados. Y en segundo lugar por la dispersión territorial que una venta por Internet comporta y la dificultad para las fuerzas del orden de poder agrupar estas actividades en la persona o personas que realmente dirigen estos entramados delictivos. “En cualquier caso, cuando ha llegado a nuestro conocimiento que se utiliza algún certificado, con nuestro logotipo o citando nuestra marca, obviamente hemos comparecido como perjudicados en las actuaciones”.

Reacciones

Para luchar contra los casos que aparezcan AXA incorpora desde hace años en su actuación “el principio de tolerancia cero frente al fraude. Y ello, obviamente, con independencia de cuál sea su origen”. La compañía cuenta con una unidad de fraude sin relación orgánica con la unidad de fraude externo o de clientes en dependencia de Auditoria Interna, que en coordinación con la Asesoría Jurídica asume la dirección de investigación de estos temas.

Pero si se registra algún caso de un cliente que está ante una situación de persona que no ser de fiar, el director Canal Redes Exclusivas de AXA afirma que “frente a la actuación de personas físicas o jurídicas, identificables, conocidas, etc. en primer lugar le aconsejaríamos que comprobara a través de la DGSFP si esta persona consta inscrita en los registros”. Y frente a ofertas en portales de anuncios, “aconsejaríamos la máxima precaución y la diligencia habitual ante cualquier desembolso, en especial, si se utilizan canales que parecen ilógicos que puedan ser utilizados por las aseguradoras”.

Por último, una cuestión también importante es si puede la tecnología y la digitalización de los contratos de seguros impedir de alguna forma estos hechos y hacer más seguras las contrataciones de pólizas. Para Javier Caballero, “serían las dos caras de la moneda. Utilizamos la tecnología y la digitalización de nuestros contratos para otorgar garantías a nuestros asegurados al reforzar la seguridad y la identificabilidad de los mismos. Pero resulta evidente que se busca la obtención de un beneficio ilegal con la utilización de esas mismas vías para cometer acciones inadecuadas o directamente ilegales, en perjuicio de los consumidores”.