Las coberturas de RC y la forma de aseguramiento (indemnizando como valor real, de nuevo o de reposición) son dos de las claves a la hora de detectar la calidad de los seguros multirriesgo para oficinas y despachos analizados en el Estudio Focus, elaborado por INESE en colaboración con Chueca Morales Correduría de Seguros.

El ‘Estudio Focus: seguros multirriesgo para oficinas y despachos’ compara las coberturas y las políticas de suscripción de 14 de las principales compañías (Allianz, AXA, Caser, Catalana Occidente, Fiatc, Fidelidade, Generali, Helvetia, Liberty, MAPFRE, MGS, Plus Ultra, Reale y Zurich) que comercializan seguros multirriesgo para oficinas y despachos para diferentes perfiles de clientes en diversas ubicaciones y ciudades. En él, se detectaban diferencias de más del 300% entre las 14 aseguradoras.

Javier Chueca, director técnico de Chueca Morales Correduría de Seguros, destaca la disparidad de criterios a la hora de fijar las velocidades del viento para otorgar cobertura a los siniestros causados por este fenómeno atmosférico. También señala que los daños por heladas y los debidos al peso de la nieve son garantías cada vez más frecuentes en este tipo de productos, pero aún poco generalizadas.

Asimismo, Chueca explica que cada vez se solicitan más las coberturas de daños por filtraciones de agua, “toda vez que las ubicaciones de las oficinas están cambiando y trasladándose a centros comerciales y polígonos industriales en donde esta cobertura está más solicitada”. En este mismo sentido, también es cada vez más habitual la de corrosión de las conducciones.

Otro punto relevante en cuanto a coberturas es la garantía de robo y expoliación. El estudio permite comprobar fácilmente las diferencias de límites en sus garantías básicas para el efectivo y en la sustitución de cerraduras. Aunque la cobertura más relevante, según Chueca, es Responsabilidad Civil, donde “el estudio te permite ver las garantías y su amplitud, ya que detalla tanto las cubiertas como el importe de las mismas”.

En su opinión, una de las claves es que “el estudio establece y compara la forma de aseguramiento, diferenciando claramente los productos que se aseguran a valor de reposición de los que lo hacen a valor de nuevo, con indicación del porcentaje a tener en cuenta entre el valor real y el valor de reposición de los bienes”.

Más información sobre el estudio.

Fuente: BDS editado por INESE a 8 de junio de 2020