Ante los numerosos casos de hurto de esta pieza en los últimos meses, fabricantes y talleres están llevando a cabo acciones para dificultar su sustracción, que pasan por sistemas y rejillas antirrobo. Conepa no tiene constancia de rechazo en la ITV por su instalación.

El último cuatrimestre de 2022 ha estado marcado por los robos de catalizadores. Hasta el momento, las regiones afectadas que han denunciado la situación son Asturias, Zaragoza, Málaga, Valencia o Córdoba. Hagamos un pequeño recorrido por estos últimos meses marcados por estos robos.

En septiembre, desde Asturias y Zaragoza se alertó de una oleada de robos de catalizadores. En Asturias se produjo en vehículos estacionados en el exterior pero en el caso de Zaragoza se producía en garajes particulares. La comarca de Avilés (Asturias) ya sufrió en la primavera de 2020 una oleada de muy similares características.

En octubre, Infotaller se hacía eco del mismo fenómeno, pero esta vez en MálagaAntonio Martí, vicepresidente de la Asociación de Talleres de Málaga confirmaba un aumento de hurtos de estos elementos. Tres días más tarde, siete personas eran detenidas en Málaga y en Sevilla por su presunta implicación en 53 hurtos de catalizadores, algunos cometidos en la Comunidad Valenciana. Y en diciembre, talleres de reparación de automóviles en Córdoba compartían que habían percibido durante los últimos meses una oleada de robos de catalizadores. Y parece que en 2023 esta práctica no acaba.

A mediados de enero, Europa Press recogía la noticia de la detención de cinco personas en Madrid, concretamente en la zona de Puente de Vallecas y Fuencarral. Pertenecían a dos bandas distintas que poseían diferentes herramientas para llevar a cabo este robo como una sierra electrónica o un gato hidráulico.

Desde Conepa, Federación Española de Empresarios de Talleres de Automoción, confirman que “los robos han crecido pero no masivamente. Casi todos los talleres que nos han consultado han tenido algún caso. Es verdad que a lo largo de 2022 la gente está hablando más de ello y que ha habido más bandas organizadas pero esto es un tema que se ha dado siempre”. 

La Policía Nacional ha montado un grupo especializado para perseguir a este tipo de delincuentes. También intentan averiguar a quién vendían estas piezas, que pueden colocar en algún desguace por chatarrería por un valor de entre 80 y 100 euros.

¿POR QUÉ SE ROBA ESTA PIEZA?

La función principal del catalizador es reducir la contaminación por los gases que salen del coche al exterior. Se roban porque contienen metales como platino (más caro que el oro), paladio y rodio, es decir, que su venta en el mercado negro o de segunda mano está a la orden del día.

El presidente de la Asociación Provincial del Taxi de Córdoba (Autacor), Miguel Ruano, detallaba a diariodecordoba.com que estos robos se concentraban, sobre todo, en vehículos de marca Toyota. Apuntaba además, que la mayoría de los robos habían sido en cocheras pertenecientes a comunidades de vecinos, siendo tres de ellos en la misma cochera (el empleo de una sierra radial para poder acceder a la pieza, es algo que en plena calle llamaría mucho la atención).

Ante estos datos, varias comunidades de vecinos que se están planteado instalar cámaras de vigilancia, pero no es la única medida que se está llevando a cabo. Según comentaba el gerente de la Asociación de Talleres, Automoción y Movilidad de Córdoba (Atradeco)José Manuel Rodríguez-Carretero al diario cordobés: “Los talleres están montando rejillas o sistemas para que no los roben, al ser unas piezas de fácil acceso en la parte inferior del vehículo”.

SISTEMAS DE SEGURIDAD

Si uno es víctima de este tipo de robo, debería tener en cuenta que esta faena supone una cuantía monetaria que puede llegar hasta los 1.300 euros, según el modelo de catalizador a sustituir y el taller donde se haga la reparación. El seguro a veces cubre una parte o la totalidad de su remplazo, pero en otras ocasiones no cubre nada, como en esta situación.

Para intentar evitar este robo, se pueden tomar algunas medidas como evitar aparcar en zonas solitarias o poco iluminadas (aunque como hemos visto anteriormente, que los coches estén en el interior no es una barrera para los “cacos”), pintar el elemento en cuestión de un color muy llamativo para dificultar al máximo su venta en el mercado negro, o igualmente grabar en el catalizador la matrícula o el número VIN del coche. Además, existe la posibilidad de instalar una placa protectora para impedir el acceso al catalizador, aunque no es hábil para todos los modelos de vehículos. Desgraciadamente, ninguna de estas medidas hace imposible que se cometa el hurto.

Por su parte, ya existen compañías que se dedican a fabricar e instalar elementos que protegen este componente de los ladrones. Desde Conepa, afirman que “más que antirrobos para catalizadores propiamente dichos, existen sistemas para dificultar su sustracción. Hay, incluso, fabricantes de vehículos que los comercializan. En otros casos, la tendencia para evitar el robo es instalar el catalizador en lugares menos accesibles para complicar el trabajo de los ladrones, para ponérselo más difícil”.

Toyota, que parece ser que es la marca que sufre más robos de este tipo, ha añadido un escudo para catalizadores como accesorio del nuevo Toyota Prius en Estados Unidos. Además, brinda la posibilidad de instalarlo en un taller oficial.

¿QUÉ SE PUEDE HACER DESDE EL TALLER?

Conepa continúa: “Hay también talleres que intentan contribuir a que no se produzcan robos (sobre todo, a petición de clientes que han pasado por ello) instalando, por ejemplo, alguna rejilla fijada a las partes inferiores del vehículo. Lo hacen con mucho cuidado para que no se altere en absoluto el buen funcionamiento del catalizador, que es una pieza que alcanza temperaturas muy altas, ni se perjudique ningún otro componente o estructura de los bajos del vehículo”.

Desde Bécares Motor (León) se informa a través de sus redes sociales que están notando otra oleada de robos de catalizadores sobre todo en vehículos de gasolina. “El catalizador del medio lo pueden pagar a 150 euros y el de más arriba te lo pueden pagar a 200 euros. Depende de la cantidad de piedras preciosas que contenga la pieza y depende del modelo”, explican desde el taller. “Están actuando mucho en garajes comunitarios. Con un gato, se mete una persona debajo y en cuestión de cinco minutos se lo han llevado”, continúan.

“Con un cortatubos de fontanería que no hacen ruido. En minuto, minuto y medio te llevas el catalizador. El conjunto del sistema de escape puede llegar a valer 1000 euros incluyendo el catalizador y luego que lo haya”, aportan desde el centro de reparación leonés. Además, desde el taller cuentan las medidas para evitar el robo: “Se pone una chapa agujereada con un cubrecárter metálico. También existe el sistema de poner unos cables de acero que cubren toda la zona y así no pueden cortar”.

Antes de concluir, una indicación desde Conepa: “A fecha de hoy, el manual de reformas de ITV no contempla ninguna que haga referencia a estos dispositivos. Nosotros no tenemos constancia de ningún rechazo en la ITV por la instalación de protectores”.

Fuente: Infotaller