Según un informe de Capgemini y Efma

Las aseguradoras no están cumpliendo con su retórica cuando se trata de abordar el impacto del cambio climático en su negocio. Así lo constata el informe ‘Walking the Talk: How insurers can lead climate change resiliency’, realizado por Capgemini y Efma y que confirma que el cambio climático está perjudicando al sector de los seguros y que solo el 8% de las aseguradoras se está preparando adecuadamente para su impacto.

Aunque el sector dice estar preocupado por el cambio climático, ya que el 44% de los directivos de seguros lo considera un riesgo importante, únicamente el 43% ha anunciado un objetivo de emisiones netas cero y algunos no tienen un mandato claro ni objetivos tangibles, según el estudio. A esto se añade que muchos en la industria dicen que aún tienen que desarrollar una estrategia que ayude a su negocio a adaptarse e incluso a prosperar a medida que el calentamiento global se afiance.

El informe ha analizado lo que las aseguradoras de todo el mundo, incluida Australia, han dicho sobre la lucha contra el cambio climático desde 2015 y ha descubierto que han reconocido sistemáticamente los retos que se plantean, incluidos los que afectan a la rentabilidad futura y la perspectiva de que empeoren las pérdidas por catástrofes naturales.

Plan de acción contra el cambio climático

Para crear este «marco de resiliencia climática», el informe anima a las aseguradoras a replantearse los actuales modelos de evaluación de riesgos, a desplegar la prevención de riesgos a escala y a impulsar estrategias de inversión y suscripción sostenibles, que vayan más allá de las exclusiones y desinversiones, para crear un ecosistema de resiliencia.

«Para liderar realmente el camino de la resiliencia climática, todas las aseguradoras deben revisar sus propuestas y equilibrar la prevención de riesgos con la gestión de estos», se indica. «Aunque la mayoría de las aseguradoras reconocen el impacto del cambio climático, queda mucho por hacer en términos de acciones demostrativas para desarrollar estrategias de resiliencia climática», señala el CEO de Efma, John Berry.

El informe destaca que las aseguradoras centradas en la creación de modelos de negocio resistentes al clima estarán mejor posicionadas para generar una mayor confianza de los clientes, al tiempo que impulsan su relevancia y rentabilidad, y que abordan el impacto del problema del cambio climático en el sector de los seguros.

«Una oportunidad única»

El sector de los seguros está pagando un precio muy alto a medida que se acelera el cambio climático. De hecho, según el estudio, las catástrofes naturales han multiplicado por 3,6 las pérdidas aseguradas y por 2 las no aseguradas en los últimos 30 años.

Sin embargo, el estudio afirma que el cambio climático representa «una oportunidad única» para el sector, citando estudios que proyectan que las primas de Daños y Accidentes aumentarán en todo el mundo en 2,5 billones de dólares en los próximos 20 años hasta alcanzar los 4,3 billones de dólares en 2040 y el cambio climático impulsará entre el 30% y el 40% de este aumento previsto de las primas.

Las aseguradoras que esperan captar parte de estos ingresos deben revisar sus estrategias de negocio de adaptación al clima. En este contexto, el informe apunta que más del 30% de las aseguradoras restringe la inversión en empresas no sostenibles, y más del 20% restringe la cobertura a empresas no sostenibles, aunque esto puede no ser suficiente. «Se necesitan cambios fundamentales en el modelo de negocio», dice el informe. «Las aseguradoras centradas en el futuro integrarán las estrategias climáticas en sus modelos operativos y de negocio», se añade.

Tres consejos

Para concluir, el informe sugiere tres acciones que podrían ayudar a las aseguradoras en su camino hacia la resiliencia climática, a la vez que impulsarían su relevancia y rentabilidad.

  1. Integrar la resistencia al cambio climático en su estrategia de sostenibilidad corporativa, con acciones claras asignadas a los ejecutivos de la cúpula directiva para garantizar la propiedad y la responsabilidad.
  2. Reformular su enfoque de la innovación para salvar la brecha entre los objetivos a largo plazo y la planificación a corto plazo, integrando la resiliencia en toda la cadena de valor de la compañía de seguros.
  3. Rediseñar su estrategia tecnológica con la innovación de productos, la experiencia del cliente y la ciudadanía corporativa en el centro de esta. Esto puede lograrse mediante la integración de tecnologías como el IoT, la nube, la IA, el ML y la computación cuántica.

Fuente: INESE