Estudio del Consejo General

El Consejo General de Colegios de Mediadores y la Escuela de Negocios del Seguro (CECAS) han realizado un estudio para conocer la capacidad de comprensión lectora que tienen los clientes cuando quieren conocer el contenido de los condicionados de las pólizas. Para ello, han escogido los contratos de Autos, por dos razones: una, por ser el más extendido y popular en España; otra por ser «el seguro de entrada al sector, por ser la primera póliza que se contrata, a partir de los 18 años y como consecuencia de la obligación legal que tienen todos los coches y conductores de contar con un seguro para circular», según argumentó Javier Barberá, presidente de la institución, ayer durante la presentación del estudio.

Se han tomado como muestra los condicionados de diez de las principales aseguradoras de Autos que representan el 75% de las primas. Los resultados no son halagüeños y confirman lo que intuitivamente se sabía: no es fácil entender el contenido de los condicionados. «Cerca de diez millones de personas nunca van a ser capaces de entender lo que firman al contratar un Seguro de Autos, cifra que se eleva a dieciséis millones en los condicionados más complejos», según destacó Barberá.

De hecho, «las pólizas analizadas son técnicamente incomprensibles para un lector medio, tanto por tiempo de lectura como por legibilidad. Su correcta comprensión requiere un nivel medio de formación superior: graduado o licenciado universitario para los más fáciles. Los más complejos exigen haber acabado los estudios de Derecho, Económicas o similar», se informó.

Velocidad media más lenta

El informe también desvela que «la velocidad media de lectura es mucho más lenta que la necesaria para leer cualquier tipo de texto académico. Se precisan entre 3 y 4 horas ininterrumpidas para leer por completo los condicionados más largos y 36 minutos para el más breve, siendo necesario tomar notas durante la lectura, para mantener el alto nivel de concentración que exigen los escritos».

En cuanto al número de palabras, llama la atención la diferencia de extensión entre contratos, para trasladar conceptos similares; «mientras el más extenso usa 40.000 palabras, el más breve solo 9.731». Por ello, «es difícil entender que, tratándose de contratos estandarizados, una compañía necesite 77% menos de palabras para explicarse que otra», ha señalado Javier Barberá, presidente del Consejo General, durante la presentación del estudio.

«Hay que ir mucho más allá para mejorar la accesibilidad a contratos»

Por eso, desde el Consejo General se aboga por realizar un esfuerzo, a nivel sectorial, y «usar un lenguaje estándar que entienda la mayoría de los clientes que contratan una póliza de seguros. Aunque existen precedentes como el diccionario de términos del seguro editado por UNESPA, hay que ir mucho más allá para mejorar la accesibilidad a contratos tan importantes como estos», añade el presidente de los mediadores.

Además, Barberá argumentó que «las conclusiones del informe refuerzan el valor de agentes y corredores de seguros cuya labor de asesoramiento al cliente es fundamental a partir del conocimiento profundo de las pólizas. Nuestro papel es especialmente sensible cuando el usuario se debate entre contratar un seguro directamente a través de una página web, telefónicamente o acudir a una oficina o correduría«.

El Consejo General compartirá las conclusiones de forma individualizada con las diez compañías analizadas. Por otro lado, también lo hará con organizaciones e instituciones sectoriales, así como con no sectoriales, entre ellas, por ejemplo, con el Consejo del Poder Judicial. Con anterioridad a la presentación pública del estudio, informó a la DGSFP sobre el contenido de este.

Unos diez millones de personas no son capaces de entender un condicionado

Fuente: INESE