Las aseguradoras pueden seguir ofreciendo descuentos en sus primas para atraer y retener a los clientes, pero deben contar con medidas adecuadas de gobernanza y supervisión de los productos para garantizar que los clientes no reciban un trato injusto. Así lo determina EIOPA en una declaración de supervisión hecha pública ayer con el objetivo de eliminar las estrategias de fijación de precios que dan lugar a un trato injusto de los clientes.

En esta declaración se identifican, además, determinadas prácticas de ‘precios móviles’ (‘price walking’ por su denominación en inglés) que, según la autoridad, no se ajustan a la normativa pertinente. Por ejemplo, cita los repetidos aumentos de primas basados en la baja propensión del cliente a comparar precios o cambiar de proveedor debido a aumentos de precios.

La declaración subraya que los proveedores que entran en el ámbito de aplicación de la Directiva de Distribución de Seguros (IDD) deben actuar siempre “de forma honesta, justa y profesional de acuerdo con los mejores intereses de sus clientes”. Asimismo, remarca que los procesos de supervisión y gobernanza de los productos deben abarcar las técnicas de fijación de precios y garantizar que estas técnicas no afecten negativamente a los clientes.

EIOPA espera de las autoridades nacionales que “evalúen la adecuación e imparcialidad de los procedimientos de supervisión y gobernanza de los productos, los procesos de venta y los materiales de marketing y comunicación de los fabricantes, así como las reclamaciones de los clientes relacionadas con las prácticas de tarificación diferenciada y que adopten las medidas oportunas en consonancia con la normativa nacional”. EIOPA seguirá supervisando el mercado y podrá considerar la adopción de nuevas medidas cuando detecte perjuicios para los consumidores.

Para la autoridad, son especialmente preocupantes los productos en los que los aumentos de prima se producen repetidamente por motivos que no están relacionados con los riesgos o el coste del servicio. Estas prácticas afectan injustamente a los clientes vulnerables, como las personas mayores, las personas con acceso limitado a los canales digitales y las personas con conocimientos digitales limitados.

Fuente: INESE