Javier Barberápresidente del Consejo General de Mediadores, ha advertido sobre las consecuencias negativas que está teniendo en los usuarios el exceso de información contractual que se facilita a la hora de suscribir una póliza.

«Asistimos a un exceso de obligaciones formales que desnaturaliza la propia información y el objeto que perseguía. El objetivo debería ser primar la calidad que se ofrece al cliente por encima de la cantidad, que sólo busca garantías para cubrirse las espaldas sin preocuparle demasiado el nivel de recepción del usuario o su capacidad de entenderla». Por esta situación, el presidente de los mediadores no ha dudado en calificar la actual normativa como «de cumplimiento: cumplo y miento, que a nadie puede dejar satisfecho».

Barberá, que ha participado en el Congreso de SEAIDA, ha indicado en su intervención que el sector tiende a tratar los seguros masivos como commodities, con poco valor añadido o diferencial, más allá de cubrir una necesidad. «Sin embargo, a diferencia de un bien básico industrial, el seguro es un servicio y, como tal, necesita ser explicado y, sobre todo, entendido para prevenir conflictividades posteriores«, ha apuntado.

A favor de una regulación homogénea para la nueva movilidad

Por otro lado, Barberá se ha referido a la paradoja de contar con una Directiva de Distribución de Seguros que, desde 2020, está en fase de enmiendas en el parlamento español, mientras la Unión Europea, hace meses que ha empezado su revisión.  «A este paso, cuando haya que trasponer las nuevas modificaciones nos podremos encontrar que sigue en el Parlamento la versión 1.0, cuando el resto de Europa ya está en la 2.0 o en la 3.0″.

Por último, en referencia a las directivas de circulación que se refieren a nuevos sistemas de movilidad, «la postura de los colegios de mediadores es clara: una única regulación para todo el país y no dejar la cobertura de accidentes de los nuevos medios de transporte, a la posible contratación de un seguro voluntario».

Fuente: INESE