RACE, junto a otros clubes automovilísticos europeos, ha realizado y filmado un test que ha sometido a un vehículo a un choque frontal contra un bloque de cemento a 45 km/h. El vehículo, con gran capacidad de carga, alcanzó entre su peso, el de los dos maniquíes, la carga y los dispositivos un total de 1.570 kilogramos en esta simulación.

En el primero de los accidentes, con la carga bien sujeta, las consecuencias fueron heridas leves. Sin embargo, en el accidente con la carga mal puesta, los maniquíes ‘sufrieron’ daños graves en varias zonas, entre ellas el cráneo, con lesiones que comprometerían la vida del conductor.

Además de las pruebas de choque, el club ha preguntado a más de 1.300 conductores cómo colocan las cargas en el vehículo, y cuatro de cada 10 confiesan haber viajado con ellas en el interior del habitáculo. Extrapolando el dato al total de conductores, RACE advierte de que más de nueve millones y medio de personas se han visto expuestas al riesgo de este tipo de comportamiento. Lo más habitual es abatir los asientos traseros (77%), muy por delante del uso de ‘pulpos’ y redes portaequipajes (53%). Además, un 11% de los que viajan con la carga dentro del vehículo afirman hacerlo sin ningún tipo de sujeción, simplemente intentando que no se desplace mucho en el interior, y un 7% invade el espacio de los asientos delanteros.