AEFI y UNESPA presentan en un informe conjunto una apuesta clara por flexibilizar y aplicar con proporcionalidad la normativa en materia de ordenación, supervisión y solvencia

El consumidor, cada vez más digital, en el centro en todo momento. Con este punto en común clave se presentó ayer en la sede del despacho CMS Albiñana Suárez de Lezo el Informe de ‘Digitalización de la Industria Aseguradora’ impulsado por la Asociación Española de Fintech (AEFI) y la Unión Española de Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA). Este estudio pretende hacer balance de los cambios producidos e identificar las grandes dinámicas que marcan el empleo de las nuevas tecnologías por parte de los actores económicos en su día a día, así como su adopción por parte de la sociedad en su conjunto.

Durante la presentación del informe se ha puesto algunos puntos de relieve como que la digitalización en el sector asegurador ha permitido desarrollar nuevos productos innovadores, establecer nuevos canales de interactuación con clientes y proveedores, así como el desarrollo de un sector complementario al servicio de todos los operadores que participan en la industria aseguradora.

Algunos de los Tips que se trataron fueron la importancia de la colaboración público-privada para el éxito del despliegue de la digitalización. Se puso el foco en la protección de los clientes en términos jurídicos debe estar balanceada con la creación y evolución del negocio. En cuanto al impulso de las nuevas tecnología, la Inteligencia Artificial llevó la nota dominante, sobre todo en cuanto a la aplicación del Reglamento de Inteligencia artificial y la carta de derechos digitales. Se habló mucho también de Open Finance y apificación como futuro cercano que darán al sistema un mundo de ‘legos’ para cada sector y unidos entre sí. También tuvo un papel central las insurtechs como respuesta a las necesidades de clientes, pero como engranaje dentro del resto del mercado asegurador. Destacando las agencias de suscripción, como uno de los modelos preferidos por las insurtechs.

Ambas organizaciones han destacado que ·la digitalización impulsa modelos de negocio más eficientes porque permite ofrecer pólizas a medida, luchar contra el fraude y crear plataformas a través de las cuales los asegurados pueden informar de los siniestros y solicitar servicios a su aseguradora», afirmaron ayer.  Con este fin uno de los ‘obstáculos’ analizados fueron «las principales modificaciones normativas que la industria reclama en aras del progreso, la innovación y el impulso de sinergias entre los operadores aseguradores tradicionales y las insurTech».

En primer lugar, AEFI y UNESPA apuestan por flexibilizar y aplicar con proporcionalidad la normativa en materia de ordenación, supervisión y solvencia, con el objetivo de regular la actividad y el acceso a la misma desde un enfoque basado en el riesgo, adaptando determinadas exigencias de la normativa vigente.

Adaptar la Ley a la digitalización

Por otro lado, se pide actualizar la Ley de Contrato de Seguro para adaptarla a las nuevas tecnologías y las necesidades y hábitos de los consumidores, permitiendo que los productos de seguros se transformen digitalmente y se ajusten a las necesidades de la sociedad, así como adaptar la normativa en materia de distribución y la comercialización a distancia al objeto de facilitar el desarrollo de nuevos proyectos y la entrada de nuevos sujetos emprendedores que contribuyan a la digitalización e innovación del seguro.

Durante su presentación Pilar González de Frutos, presidenta de UNESPA, se refirió en sus palabras a que el consumidor es cada vez más digital y esto «lo empodera cada vez más». «La actividad financiera es regulada y revisada, igual que hace falta buenos gestores hay que tener buenos reguladores. La protección del cliente es fundamental, pero debe ser compatible con la evolución del negocio y con la digitalización», matizó. Para presidenta de UNESPA, la regulación «debería desarrollarse en un mercado de apertura y datos, un reparto justo de coste de los actores».

«Siempre que hablamos de seguros en una regulación omnifinanciera». Y por ello urgió en que «deberíamos tener nuevas leyes ya vigentes. Ley de contrato de Seguros debe ser revisada y evitar que siga siendo como lo es, una Ley predigital. Esta ley puede obstaculizar la digitalización con el cliente. Ya que hay que tener en cuenta que la digitalización ha cambiado el concepto de firma».

Un dialogo de todos los actores: propuestas para lograrlo

Además, en el informe se apuesta por el desarrollo de una serie de compromisos que la industria aseguradora propone para impulsar las adaptaciones normativas a través de un mayor diálogo de todos los actores involucrados en la industria con los consumidores, así como con los agentes públicos, incluyendo reguladores y supervisores.

Entre estos compromisos, se incluye la creación de un espacio de diálogo entre el sector asegurador y los consumidores, con especial relevancia de las asociaciones de consumidores que conocen y defienden los intereses e inquietudes de estos; la redacción de un Libro Verde, con todos los actores involucrados en la industria, enfocado en los consumidores y usuarios y sus necesidades; la organización de encuentros y eventos dentro del sector que fomenten la reflexión y el análisis del mercado y la implementación de cambios acordes con las tendencias contemporáneas; y la estructuración de un comité que vele por los intereses de la industria aseguradora mediante la mejora en la interlocución con los agentes públicos, legisladores, reguladores y supervisores.

Arturo González Mac Dowell, presidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech, quiso destacar que “necesitamos un sistema regulatorio que sea proporcional, justo y equitativo. No sólo dentro de una misma industria, sino entre industrias. Pero también un sistema regulatorio que fomente la innovación, y que permita a España ser un país cada vez más competitivo. Por eso, me gusta cada vez más el concepto de innovación regulatoria. El país que regula más pronto generalmente obtendrá ventajas competitivas frente a los países que regulen más tarde. Especialmente cuando está dentro de un marco común como es el europeo”.

«No podemos analogizar la digitalización»

Algunas de las ventajas aportadas gracias a la digitalización es la capacidad de ofrecer pólizas a medida, basadas en las características y peticiones concretas manifestadas por el cliente, así como la creación de plataformas en las que los asegurados pueden informar de los siniestros o interponer reclamaciones de forma instantánea. De esta manera, el consumidor mejora su experiencia y la aseguradora agiliza sus procesos, por ejemplo, evitando solicitar continuamente información relevante.

En este sentido, se ha podido hablar de las facilidades y las ventajas que la digitalización está implementando en el sector. Aunque, esta digitalización, debe ser accesible para todos y no puede dejar a ningún sector excluido. Patricia Suárez, presidenta de la Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN) recalcaba que hay que mantener un equilibrio entre la industria y el consumidor final: “Se habla del cliente en el centro, pero que no sea solo un slogan. Nuestro país está muy digitalizado, pero la cuestión que hay que estudiar cómo estamos digitalizando. El sector financiero, donde incluimos al asegurador, ha hecho las cosas rápido y bien, implementando una digitalización fácil y accesible. El problema radica en que, por el camino, estamos dejando atrás a un sector muy importante, como es el de la avanzada edad, un colectivo que va más lento y que quizás no quiere digitalizarse. No se trata de “analogizar” la digitalización, pero tenemos que hacerla más fácil».

El Sandbox, puente a la innovación

Otro punto reclamado desde AEFI y UNESPA es una revisión y mejora continua en la implementación del Sandbox. Así se destacó que urge la eliminación de las cohortes y también de aceptar una cierta flexibilización en los requisitos para el acceso a las pruebas.

El informe reflexiona sobre el papel que debe adoptar el Sandbox como herramienta que permite tanto controlar la innovación por parte de las autoridades, como ayudar al desarrollo de la misma. «Es una oportunidad de que se incluyan dentro de su entorno de pruebas a proyectos innovadores de entidades financieras y nuevos operadores, como las neoaseguradoras u otras InsurTech, que quieran desarrollar pruebas piloto sobre actividades e ideas que en la actualidad aún no puedan encajarse dentro de un marco jurídico concreto», afirmaron durante la presentación.

Para la actualización de las normas y la eliminación de barreras legislativas actuales, el informe apunta que la necesidad de que el Tesoro, como órgano regulador, acoja las mejoras presentadas en las memorias de los proyectos que han pasado por el Sandbox.

En este sentido, Lucía Bango, responsable del área de la DGSGP, ha declarado que “algunas de las normas que tenemos en el contexto actual son normas de hace 40 años que en su día tuvieron mucho sentido. A día de hoy siguen teniéndolo, pero la sociedad avanza y el contexto actual es muy diferente, por lo que toda norma puede ser objeto de revisión. Como supervisores debemos evitar las lagunas legales y dotar de mayor seguridad jurídica para el desarrollo de actividades que encuentran un difícil encaje en la normativa actual. A corto plazo seguiremos viendo más espacios colaborativos. El Sandbox lo está siendo y tiene que servir como una palanca de cambio normativo”.

Fuente: INESE