Aliviar el coste económico que para muchas empresas supone el confinamiento y el cese forzoso de su actividad debido a las medidas de distanciamiento social adoptadas frente a la expansión del Covid-19 no debería ser un cometido de las aseguradoras, según Bloomberg, que ha hecho pública su posición al respecto.

Normalmente los seguros excluyen las pérdidas derivadas de pandemias y, a menudo, de enfermedades infecciosas o nuevos virus que podrían provocar interrupciones de negocio como está sucediendo en este momento. No obstante, en Estados Unidos son varios los Estados, como los de Carolina del Sur, Louisiana, Nueva Jersey, Nueva York, Ohio y Pensilvania, que barajan imponer a las compañías de seguros la cobertura de estas pérdidas. Hasta el presidente Donald Trump parece que podría estar de acuerdo. “Esta sería una respuesta terrible”, remarca la agencia de asesoramiento financiero, que considera que una medita como esta supondría “reescribir los contratos de seguro existentes”. 

“Nadie discute que las empresas están sufriendo, y si un Estado decide exigir que en el futuro todas las pólizas de interrupción de negocio que se vendan dentro de sus fronteras cubran las pérdidas por pandemia, es una prerrogativa suya. Pero cuando el gobierno pretende reescribir los términos de los seguros ya vigentes, surgen problemas serios”, advierte. 

Por otro lado, “si las aseguradoras se ven obligadas a pagar lo que sus pólizas excluyen expresamente, no tendrán una forma fiable de saber qué deben cubrir y, por lo tanto, no tendrán una forma fiable de fijar el precio de su cobertura”. En cambio, si se les obliga a asumir el coste del confinamiento, Bloomberg vaticina un “previsible aumento generalizado en el precio de al menos el seguro de interrupción de negocios y posiblemente también otras líneas, para cubrir el riesgo de que cuando ocurra el próximo desastre, los legisladores decreten que en alguna otra póliza la exclusión [de riesgos] tampoco se puede hacer cumplir”.

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