Según se extrae del informe elaborado por Monitor Deloitte ‘Reflexión estratégica sobre el futuro del negocio asegurador de Auto’, el sector asegurador en el ramo de Autos debe hacer frente a una serie de retos transformacionales que «le permitan mantener su cuota de negocio y crecer en el futuro, mientras se enfrentan a un presente exigente debido al contexto económico y sectorial».

Inflación y mayor siniestralidad

La vuelta a cifras prepandemia en la circulación ha supuesto un aumento destacado de la siniestralidad, lo que, unido al fuerte repunte de la inflación, ha incrementado los costes para las compañías aseguradoras de este ramo. Esto se ha traducido en una subida de las primas de entre un 7-10%.

Esto se produce en un contexto de incertidumbre aún más amplio, con una caída de las matriculaciones en un 44% de 2017 a 2022 lo que acentúa el incremento de la edad media del parque de vehículos que es más de dos años superior a la media europea, una reducción del peso en la cartera de los canales no mediados del 4% y un estancamiento del las primas de negocio, con un 0,1% de crecimiento.

Tendencias disruptivas

Además del actual contexto macroeconómico o las novedades que trae la vuelta a un contexto post-Covid, el sector de la movilidad se ve envuelto en otras tendencias disruptivas que impactarán de manera destacada en la evolución de las compañías y definirán en el tipo de servicios que ofrecerán.

Dentro de dichas tendencias, el informe destaca siete:

  1. Disponibilidad de tecnologías avanzadas de ayuda a la conducción.
  2. Potencial del dato para profundizar en el conocimiento del cliente.
  3. Mayor ambición y compromiso con el medio ambiente.
  4. Cambios en los patrones de movilidad del cliente.
  5. Digitalización y automatización de los procesos aseguradores.
  6. Incremento de la regulación en materia de movilidad urbana sostenible.
  7. Competencia en la lucha por atraer a los mejores profesionales.

Cuatro escenarios para un futuro incierto

El informe plantea cuatro escenarios de futuro basados en dos variables que marcarán los nuevos modelos de movilidad y, en consecuencia, el modelo de negocio de las aseguradoras: el tipo de propiedad mayoritaria del parque de vehículos (mayoritariamente privado o una movilidad compartida extendida) y quién controlará la cadena de valor del seguro (mayoritariamente las aseguradoras o con un peso ya relevante para players no aseguradores):

Escenario 1: Propiedad del vehículo mayoritariamente privado + control relevante de parte de la cadena de valor del seguro por players no aseguradores.

En este escenario, las aseguradoras perderían cuota de mercado ante una mayor ventaja competitiva basada en el uso y monetización del dato por parte de nuevas empresas no aseguradoras, derivada de la alta automatización de un parque de vehículos mayoritariamente privado.

Escenario 2: Propiedad del vehículo mayoritariamente privado + control de la cadena de valor del seguro por parte de aseguradoras.

En este caso, las aseguradoras continuarían controlando la cadena de valor de forma mayoritaria, en un sector altamente competitivo, donde el vehículo privado es el mayoritario.

Escenario 3: Movilidad compartida extendida + control relevante de parte de la cadena de valor del seguro por players no aseguradores.

En el tercer escenario, las aseguradoras perderían gran parte de su liderazgo de mercado por la entrada de empresas no aseguradoras que aprovecharían el crecimiento de flotas de vehículo compartido y datos vinculados al aumento de los vehículos autónomos.

Escenario 4: Movilidad compartida extendida + control de la cadena de valor del seguro por parte de aseguradoras.

En último lugar, las aseguradoras competirían por el cliente tradicional privado y por flotas, haciendo frente a la contracción del parque de vehículos privados por la consolidación de los servicios compartidos de movilidad (e.g., carpooling).

Retos transformacionales para crecer

Teodoro Gómez, socio responsable del sector Seguros en Deloitte España, analiza los principales retos transformacionales a los que debe enfrentarse el sector para afrontar un futuro cada vez más complejo con las mayores garantías: «el dato se convertirá en un punto clave para la personalización de la oferta y la gestión del riesgo al nuevo contexto de movilidad, en donde los vehículos autónomos o, como mínimo, con una mayor conectividad, serán una realidad. En línea con este punto, los modelos clientecéntricos end-to-end estarán a la orden del día, colocando la satisfacción del cliente en el centro de la toma de decisiones, facilitando los trámites mediante la digitalización de los procesos y cubriendo modelos de consumo más flexibles como el car sharing o el ride hailing».

En línea con lo anterior, Teodoro añade que «las alianzas con otros sectores que generen propuestas de valor diferenciales facilitarán la diferenciación de las empresas del sector, lo que para ello deberán atraer e integrar al mejor talento. Por último, en un entorno de alta incertidumbre, la regulación será un factor añadido en este sentido; adelantarse y adaptarse a las nuevas regulaciones sobre movilidad, especialmente las que provengan de la UE, reducirán riesgos en la gestión».

Fuente: Segurosnews