Los ciberriesgos pueden originarse desde el canal digital, pero también desde aquellos más inesperados. Así lo advierte el informe anual de Aon sobre tendencias en ciberseguridad. El trabajo identifica seis áreas de riesgo “que a menudo no están valoradas suficientemente y a las que las organizaciones deben prestar atención”, según sus autores. 

Se trata de propiedad intelectual, fusiones y adquisiciones, jubilación, C-Suite o equipo directivo, delitos informáticos y, por último, la propia responsabilidad corporativa de la compañía. 

El informe advierte de que entre 2005 y 2018 el valor de los activos intangibles pertenecientes a las cinco mayores empresas por capitalización de mercado se ha incrementado de 9,28 a 25,03 trillones de dólares, y este tipo de activos constituye el 80% del valor de las empresas del S&P 500. 

Por otro lado, se revela que menos del 10% de las operaciones de adquisición incluye una due diligence específica en ciberseguridad y ciberriesgos. 

El ransomware supondrá pérdidas de 18.000 millones de euros en 2021

Otro dato revelador: los directivos (C-Suite) de las empresas son nueve veces más propensos a ser víctimas de un ciberataque, ya sea mediante técnicas de ingeniería social o cuentas de correo comprometidas. 

El trabajo concluye que los delitos informáticos son ya uno de los mayores riesgos para las organizaciones. Y para muestra un botón: se estima que el ransomware supondrá pérdidas de 18.000 millones de euros en 2021. 

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