Antonio Huertas (Mapfre)

Cerrar la brecha de género en España equivaldría a 15,8 puntos más de PIB

La paridad de género en España mejoró ligeramente en 2023, de esta forma se sitúa en 2062 el horizonte para cerrar la brecha entre mujeres y hombres si la evolución mantiene el ritmo de los últimos años. El IV Índice ClosinGap, elaborado junto a PwC España, revela que el nivel de paridad de género en España en 2023 fue del 64,9%, 0,2 puntos porcentuales superior al del ejercicio anterior, esto refleja que todavía queda una brecha del 35,1% por cerrar. En clave económica, el coste de oportunidad de la brecha de género en España fue de 213.013 millones de euros, lo que equivale a un 15,85 del PIB de 2022.

En un análisis pormenorizado, se observa una evolución positiva en las categorías de Conciliación (+1,7%, que recupera los niveles prepandemia) y Empleo (+0,1%). No obstante, el análisis revela contracciones en las categorías de Educación (-1,2%), Digitalización (-1,1%) y Salud y Bienestar (-0,2%).

Para Marieta Jiménez, presidenta de ClosinGap, “los datos reflejan los esfuerzos realizados para cerrar la brecha de género, sobre todo en el ámbito laboral, pero también indican que debemos mantenernos constantes e impulsar medidas para reducir las diferencias en áreas como la formación del talento femenino en STEM o la digitalización para contribuir, en última instancia, al desarrollo económico de España”.

Por otro lado, en 2023 la brecha laboral se redujo un 0,1% y todavía queda un 32,7% de diferencia por cerrar en términos de igualdad de oportunidades laborales. Esta mejora se debe principalmente al crecimiento en la tasa de empleo y actividad de las mujeres, así como a la reducción de la brecha salarial y en las pensiones.

La brecha STEM es superior al 50%

La brecha de género en educación empeoró 1,2 puntos porcentuales en 2023 y, a pesar de los esfuerzos realizados, todavía queda un 30,1% de brecha por cerrar en este ámbito. Esta diferencia se acentúa especialmente en el acceso de las mujeres a carreras en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), donde actualmente existe una brecha superior al 50%.

La falta de mujeres en ámbitos más tecnológicos también se refleja en la brecha de digitalización, que se situó en el 73,9% en 2023, dejando un 26,1% por cerrar. Este indicador se contrajo un 1,1% en el último año, principalmente debido a la diferencia en la ratio de hombres y mujeres en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

Antonio Huertas, presidente de Mapfre, ha señalado que “debemos aprovechar la tecnología para reducir brechas, no para agrandarlas. Si no incentivamos a las jóvenes a formarse en profesiones STEM, las mujeres seguirán quedándose fuera de las nuevas profesiones donde no solo hay más empleabilidad sino también mejores condiciones». Para el directivo, «dichos incentivos deben atacar aquellas causas que motivan la desigualdad entre hombres y mujeres en el ámbito educativo –desde edades tempranas– y laboral y podrían implementarse por medio de la publicidad y mayor visibilidad de mujeres referentes en estas disciplinas”.

«Debemos formar en profesiones STEM a las mujeres, sino seguirán quedándose fuera de las nuevas profesiones donde no solo hay más empleabilidad sino también mejores condiciones» (Antonio Huertas, presidente de Mapfre)

Asimismo, en relación con la salud y el bienestar, el indicador se situó en el 83,9%, lo que significa que aún queda un 16,1% de brecha de género en este ámbito. Aunque esta es la categoría donde se ha alcanzado mayor paridad, el índice muestra que la tendencia no es favorable para las mujeres. El indicador se contrajo un 0,2% en el último año, principalmente como consecuencia de un aumento en los problemas de salud, especialmente de salud mental como la depresión o la ansiedad, que afectan en mayor medida a las mujeres. En contrapartida, el indicador de riesgo de pobreza o exclusión social mejoró sustancialmente con respecto a ediciones anteriores.

Conciliación, la categoría con mayor crecimiento en el último año

La edición del Índice sitúa la Conciliación como la categoría que experimentó un mayor crecimiento en el último año (1,7% en comparación interanual). Concretamente, el indicador alcanzó el 43,1%, acercándose de nuevo a los niveles previos a la pandemia, cuando se convirtió en la variable más afectada.

En este sentido, es relevante mencionar que el número de mujeres inactivas por realizar tareas del hogar se redujo en 2023, mientras que el de los hombres aumentó con respecto a 2022. Este dato demuestra la necesidad de seguir promoviendo políticas y prácticas que favorezcan la conciliación entre la vida laboral y la personal, garantizando que tanto mujeres como hombres puedan disfrutar de un equilibrio saludable entre sus responsabilidades laborales y familiares.

Fuente: INESE